Antonio Sánchez Cuenca fue un sacerdote que durante los años sesenta del
pasado siglo XX, estuvo a cargo de la Parroquia de San José, fundada hacía
relativamente poco tiempo.
De carácter bondadoso y de fácil oratoria, su temprana muerte causo hondo
pesar entre sus feligreses que lo recuerdan en esta calle, dedicada a su
memoria.