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Sólo 31 años pudo vivir
esta joven pontanesa, que fue asesinada el 27 de julio de 1995.
Casterina salió a pasear en
bicicleta, como tantas ocasiones había hecho antes por los alrededores del
canal de riego Genil/Cabra, a escasos 2 kilómetros de Puente Genil, un lugar
muy frecuentado por ciclistas y caminantes en las tardes de verano. Esa
tarde no fue acompañada como solía ir, por una amiga y fue su último paseo.
“Fue hallada sin
vida en los alrededores del canal de riego Genil/Cabra, tras 8 días
desaparecida” |
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El guarda de un cortijo cercano, vio la bicicleta al pie del camino
y dio la voz de alerta, esa misma noche se inició la búsqueda, que
fue seguida por centenares de vecinos de Puente Genil. |
Tras 8 días, su cuerpo sin
vida, fue hallado por unos agricultores en un olivar apartado; tenía escasa
ropa y aparentes signos de violencia, que la posterior investigación forense
se encargó de corroborar, confirmando que había sido agredida sexualmente y
asesinada la misma noche de su desaparición.
La muerte de Casterina
provocó una gran convulsión en Puente Genil, creando una de las
manifestaciones más multidudinarias de repulsa que se recuerdan en la
localidad, con miles de ciudadanos echados a las calles pidiendo justicia
para el crimen.
Han pasado los años y nada se ha logrado esclarecer en cuanto al
culpable el asesinato, dado que aunque en su día se detuvo a un
posible sospechoso al que señalaba algún testimonio, las muestras de
ADN no coincidieron con las halladas en el cuerpo. |
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“Pese a varios
intentos, el crimen no se consiguió resolver” |
Tras varios intentos por
parte de su familia de reactivar el caso, que condujeron a callejones sin
salida, fue finalmente archivado por falta de pruebas. En la actualidad en
el lugar donde se encontró el cuerpo de Casterina, hallamos una cruz, unas
flores y un cartel gastado por el paso del tiempo donde se lee:
“Por favor, respeten esto, lo pide una madre”.
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