Se llama de esta manera en honor de un empresario conocido a nivel nacional, un gran innovador en el sector de las iluminaciones artísticas.

Desde unos orígenes modestos, comenzó su andadura empresarial en 1.958, montando sencillas Ferias, hasta convertirse su empresa, Iluminaciones Ximénez, en un referente a nivel nacional e internacional por la cantidad de empleados, proyección y facturación anual que mueve esta empresa.

Se ha dicho siempre que al lado de un gran hombre, ha habido una gran mujer, en este caso su esposa Doña Asunción Rosales, juntos hicieron de esta empresa, una de las primeras del sector de la luz artística.

Fue una persona generosa y sensible con su pueblo en multitud de ocasiones, baste como muestra, la electrificación nueva que se le hizo a la Parroquia de Jesús Nazareno.

De carácter afable y muy cercano, de espíritu jovial y muy inteligente, como demuestra el nivel alcanzado por la empresa que fundó y que hoy día continúan sus hijos y nietos.

Puente Genil fue en otro tiempo conocido por la elaboración de Dulce de Membrillo en sus múltiples fábricas, hoy también es conocido por “la ciudad de la luz”, gracias a las empresas locales que hoy día “dan brillo” (nunca mejor dicho) a este sector y por supuesto gracias a este gran hombre.

Francisco Jiménez Carmona

Empresario