Su nombre se debe a un personaje de Puente Genil: Don Manuel María Melgar Y
Fernández de Padilla, rico hacendado, dueño de la conocida Hacienda de
Patamulo. Por línea materna, era nieto de los primeros Condes de
Casa-Padilla; llevado por su espíritu generoso, acometió la construcción en
de 100 casas, en las calles llamadas con su nombre y la más importante
llamada hoy día Calle José Ariza.
Comenzaron los dos amigos
el proyecto: José Ariza y Manuel Melgar, pero poco tiempo después de
incitarlo, abandonó Ariza el mismo y continuó solo Melgar.
En los tiempos de los que
hablamos, entorno a la década de los años 20 del siglo XX, la zona aledaña
de la Matallana, no era ni sombra de lo que después fue, por el escaso valor
del terreno, sitio ventilado, etc. Esto, unido a la escasez que se vivía por
aquellas fechas, propiciaba el tener empleados a numerosos albañiles y
además les proporcionaba casas a la clase obrera a buen precio.
Las casas eran de venta y
renta y se pagaba, una vez terminadas unas 17´50 pesetas al mes y a los 20
años eran de la propiedad los inquilinos. Murió Melgar pocos años después de
finalizado el proyecto y sus herederos se repartieron las casas y unas
libretas de cada una de ellas, en que iban anotando cada pago.
Las últimas escrituras se
hicieron en los años sesenta, extinguido el plazo muchos años atrás, ya que
se contemplaba el hecho de que quien un mes no pudiera pagar el dinero por
determinadas causas, lo hiciera más adelante. Los herederos respetaron
siempre la obra social de Manuel Melgar y siempre actuaron en consecuencia.
El caserío en estos años se
ha transformado mucho, pero aún hoy día es posible que quede alguna casa de
aquél periodo, fácilmente reconocible.
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