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Sin duda uno de esos
grandes casos de éxito en el mundo empresarial de Puente Genil, Miguel
Chacón Rivas llevó la industria del membrillo, por la que tan conocida es
nuestra localidad, a un nuevo nivel.
Sucesor del fundador de la marca,
anteriormente conocida como “la fama” y que nació de una sencilla
confitería, Miguel en la década de los años 60, llevó a cabo toda una
pequeña revolución en la industria del membrillo, mecanizando por completo
el proceso de fabricación. Esto que permitió que su empresa pasara de ser
suministradora provincial y regional de carne de membrillo, a exportar gran
parte de su producción al mercado internacional, siendo hoy día, ya con la
quinta generación de la familia incorporada al trabajo, una de las empresas
líderes ya no solo en dulce de membrillo, sino en todo tipo de cremas de
frutas, llevando el dulce de membrillo a más de 40 países.
Resulta curioso el origen del
nombre de la empresa membrillera que dirigió Miguel; Membrillo El Quijote, y
es que las primeras referencias históricas documentales en relación a este
postre tradicional tan pontanés, las encontramos precisamente en “El
Quijote”, concretamente en el capítulo dedicado al banquete que se le
ofrecería a Sancho Panza como gobernador de la Isla de Barataria, en donde
su mayordomo al finalizar la comida, le recomienda “unas tajaditas de carne
de membrillo, para que le asienten el estómago y le ayuden a la digestión”.
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