Ermita ya desaparecida que se encontraba situada en lo que hoy conocemos
como "Plaza de la Mananta", al comienzo de la Calle Santa Catalina.
Para contar
como era la Ermita, recurrimos a los textos del libro "APUNTES HISTÓRICOS
DE LA VILLA DE PUENTE GENIL",
1874, de
Agustin Perez de
Siles y Prado y Antonio
Aguilar y Cano.
"...La
Ermita de Santa Catalina, situada al final de la calle de este nombre y
dando frete a ella, es de las más antiguas de la población, aun cuando no es
posible en qué época se fundara.
Siempre ha
sido un santuario de los más humildes que hubo en esta Villa, y por esa
razón sus reformas y reparaciones no son muy conocidas. Sólo podemos decir
que en 1826 estaba casi arruinada; y con limosnas logró reedificarla el
santero Juan Carmona Matas.
La fachada
no tiene nada que deba consignarse, en atención a ser demasiado sencilla:
está terminada por el campanario.
La Iglesia
está formada por una pequeña nave embovedada, según hemos dicho, y termina
en una cúpula esférica de pequeñas dimensiones. El espacio comprendido bajo
la cúpula forma el presbisterio, ocupando el frente el Alar Mayor, con
retablo de madera, de mal gusto en su dibujo y mediana ejecución. Tres
nichos tiene, distribuidos proporcionalmente en su solo cuerpo; el del
centro, un poco saliente a manera de tabernáculo, está ocupado por Ntra.
Sra. de la Aurora, escultura antigua de escaso valor; el de la derecha por
Santa Catalina, escultura regular en madera, y el de la izquierda por Jesús
Orando en el huerto de los Olivos.
Sobre el
altar hay una escultura de piedra representando a la Madre de Dios. En el
lado de la derecha hay un altar en el que se ve un cuadro de lienzo de buen
tamaño.
La portada
está formada por el muro E. de la nave, el que está adornado por unas
pilastras que sobresalen y sostienen una cornisa y algunas ligeras molduras
de yeso. Sobre la cornisa se levanta el campanario, y el muro un poco
figurando azotea, que termina con remates también de yeso. La puerta está
colocada en el centro y es una verja de hierro en un arco de medio punto. A
los lados, y a distancia proporcionada, hay dos ventanas de la misma forma
que la puerta."
"APUNTES HISTÓRICOS DE LA VILLA DE PUENTE GENIL",
1874,
de Agustin Perez
de Siles y Prado y Antonio
Aguilar y Cano.
|