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Toma este nombre, una calle de corta extensión situada entre la calle Luna y
la calle Aguilar en su zona baja o de comienzo. Una gran parte pertenece al
antiguo Convento de San Francisco de la Asunción.
Debe su
nombre al Maestro Don Modesto Carmona, una placa lo recuerda, dado que el
recinto antes de que fuera hospital, pasó a propiedad municipal, regalado
por el Gobierno cuando al no encontrar postor entre los bienes
desamortizados, este que nos ocupa.
El
Ayuntamiento dedicó el edificio a escuelas públicas y casa de vecinos. Al
frente de las escuelas puso a Modesto Carmona, que por su buen talante, su
formación y sus enseñanzas, hizo que los alumnos que pasaron por sus aulas
le tomaran gran cariño, expresado en esta lápida que lo recuerda, situada
junto al patio de acceso al edificio.
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